Es uno de los puntos que mayores controversias crea en torno al mundo del vino y no son pocas las veces en las que se puede escuchar la clásica frase «sobre gustos no hay nada escrito». Pues bien, en este espacio intentaremos escribir un poco al respecto. 😉
El maridaje de vinos y comidas es el acto de seleccionar y unir estos elementos de manera que al consumirlos juntos, ambos vean potenciados sus características positivas, haciendo de ello una experiencia más satisfactoria. Es un espacio muy amplio de combinaciones -en las que se incluyen también los gustos personales- y que iremos abordando en diferentes artículos en este espacio y en nuestras redes sociales.
No importa el momento del día y la compañía
El espumante o champagne, como lo solemos llamar comúnmente más allá de denominaciones protegidas legalmente, parece salirse con la suya como la bebida que se puede disfrutar en cualquier momento del día y en cualquier situación. Desde el desayuno o brunch hasta la cena, brindando por celebraciones en bodas o hasta buenos recuerdos de momentos compartidos en familia o con amigos. El espumante es mucho mejor protagonista y amigo de momentos especiales y se prefiere, ante ojos asombrados de terceras personas, antes que ser visto con un gin tonic en la barra de desayuno o levantando una pinta de cerveza en un bautismo.
Los profesionales de la cocina de todo el mundo, como también los sommeliers con sus maridajes sugeridos, tendrán recetas que se adapten específicamente a la unión entre espumantes y alimentos diversos. Seguramente, y entre los clásicos de la alta cocina, se podrán unir en una dupla maravillosa huevos revueltos con salmón para el desayuno pasando por varias opciones de pescados a la hora del almuerzo y la cena como también un mix de sushi o, si por caso estamos junto a un espumante rosé, podremos combinar muy bien con ahumados y también con suaves jamones. Y si de postres hablamos y estos tienen como base frutas, cremas y/o helados, irán de maravilla con espumantes dulces o un clásico demi sec.
Por supuesto que, además de los momentos puntuales de comidas, el espumante resulta un compañero casi inseparable para el tiempo de encuentro en un coctel.
Seleccionar el champán perfecto para acompañar la comida
No importa si sos nuevo en este mundo de beber burbujas o llevas tiempo experimentando con espumantes, seleccionar el estilo adecuado de vino para combinar con tu comida es esencial para el éxito. Los vinos espumosos comúnmente vienen en una amplia gama de estilos de dulzor, desde el más seco de los secos conocidos como Brut Nature, hasta Extra Brut, Brut, Extra Dry, Demi-Sec, Sec y, finalmente, el dulce más dulce conocido como Doux en algunas regiones, o simplemente Dulce.
Durante los últimos 100 años, cuando se trata de maridajes de comida y espumantes, los estilos de paladar se han inclinado hacia el extremo más seco del espectro de los vinos espumosos. Cabe mencionar, que a fines del siglo XVIII y gran parte del XIX, la gente solía beber champán Demi-Sec y Doux como símbolo de estatus.
Al elegir una botella de vino espumoso para acompañar la comida, primero recordá analizar el grado de complejidad del plato, como la carga de especias, los sabores intensos y otros componentes destacables que pudieras encontrar naturalmente en los alimentos. Como regla general, cuanto más picante sea el plato, más dulce será el vino que debes abrir para acompañar.
¿Algunas ideas para platos poco habituales?
Una de las cocinas del mundo con más presencia de especias y de picantes es la tailandesa. Y en nuestro país, no solo podrás encontrar opciones interesantes para comprar este tipo de comidas ya elaboradas, especialmente en las grandes ciudades de Argentina, sino que también podrás encontrar los ingredientes más típicos en muchos mercados locales y proceder a la preparación de deliciosas recetas en casa.
Siempre que el plan sea comida tailandesa, busca platos como tofu, carnes o fideos que contengan chiles o salsas picantes. Aunque, como consejo, evita los alimentos tailandeses fritos, con más grasa, para que no necesites tanto ácido en el vino para eliminar ese componente del plato de tu paladar. La dulzura del vino espumoso contrarrestará la especia, ¡así que no tengas miedo de seguir adelante y marcar bien los contrastes! ¡El vino hará su trabajo para reequilibrar todo maravillosamente para tu disfrute! Te sugerimos descorchar un vino espumoso estilo Demi-Sec más dulce para acompañar con comida tailandesa picante. ¡Y, si te animas, subí la intensidad del picante un poco más cuando lo combines con un dulce burbujeante!
Unas clásicas alitas de pollo fritas
Las salsas de barbacoa dulces, ligeramente picantes y picantes intensas funcionan mejor cuando se combinan con vinos espumosos. Una salsa BBQ que sea menos picante, un toque más dulce y ahumada hará que tus alitas de pollo despeguen.
¡Considera hacer una comida simplemente con alitas de pollo y burbujeante espumoso! Imagina un plato grande de alitas cubiertas con salsas ahumadas, dulces y picantes. También podrás agregar algunos ingredientes adicionales como queso feta desmenuzado, queso cheddar inglés rallado o una cucharada de queso azul cremoso; tiras de cebolla crujiente o incluso nueces confitadas picadas para un toque más crujiente.
Te sugerimos un clásico extra brut para acompañar alitas de pollo a la barbacoa. Esta opción ofrecen las burbujas y la acidez que estás buscando para que el maridaje funcione en conjunto.
Tip: Las salsas BBQ más dulces a base de miel combinan mejor con champán.
¿Y las ensaladas?
Las ensaladas pueden ser un plato principal de entrada, un entrante o un plato a mitad o al final de la comida. Un espumante puede hacer frente tanto a los ricos aderezos cremosos y variados –que podrás encontrar en el mercado- como elaborarlos en casa o bien a tus vinagretas más complejas. Cuando combines ensalada y champán, recuerda que debe tener algunos componentes básicos de sabor en la ensalada para que el maridaje funcione. Utiliza algunos frutos secos tostados en sartén, como nueces, piñones, almendras o avellanas. El maridaje de esos ingredientes con espumante ayudará a resaltar los sabores tostados y un poco de tanino para darle estructura y sensación en boca. Las verduras con pimienta como la rúcula y los berros funcionan mejor cuando se mezclan con lechugas más tiernas, como la lechuga mantecosa o las mezclas de primavera.
Espumantes y fruta siempre van de la mano para maridar muy bien. Asegurate de utilizar fruta con un contenido más ácido o incluso un poco maduro. Manzanas, peras, naranjas, ananá son siempre una gran opción. Para darle un toque único a la combinación, prueba un aderezo cremoso de pesto de albahaca hecho con una cucharada de pesto de albahaca y salsa ranch que bien podrás preparar en casa o comprar en el mercado si falta tiempo. (Condimento elaborado con suero de manteca o crema agria, mayonesa, cebollas verdes, ajo en polvo, y otros aliños mezclados).
Te sugerimos estilos de espumantes más secos para estas combinaciones mencionadas. También recordá tener presente el uso de frutas frescas y frutos secos para lograr un mejor equilibrio.
Tip: Cuando combines vino espumoso y comida, recordá siempre enfriarlo previamente a la temperatura de servicio adecuada antes de servirlo. El vino nunca mostrará todo su potencial si se sirve demasiado caliente. Los maridajes de vino con comida tienen que ver con un equilibrio armonioso de notas de sabor. Si hablamos de un encuentro con invitados, recordá colocar con tiempo las botellas en tu heladera para que lleguen al momento de consumo con la temperatura óptima. Nunca lo sirvas tibio o burbujeante a temperatura ambiente, siempre tómate el tiempo para enfriarlo antes de disfrutarlo.
Levantamos las copas. La comida y el vino unen a las personas. Cuando combines tus comidas y espumantes, simplemente recordá que no se necesita una ocasión especial para celebrar. Simplemente, junto a tus afectos con quienes compartas el momento, levantá tu copa y brinda. ¡Vivan el presente!
Te esperamos en los comentarios para leer tus sugerencias, responder tus dudas y te invitamos a sumarte en nuestras redes sociales para continuar juntos desarrollando el tema.
¡Hasta nuestro próximo encuentro…A La Par! ¡Salud!